Aquel soñado día en México, Maradona creó una de las piezas más sublimes del arte futbolero
En el último gesto, frente al paisaje final de la agonía, siguió evocando su gol sin saber que ya no era más suyo; era el gol del universo, el gol que simboliza al fútbol, que lo torna tan incomparable como sublime. Desde hace 36 años aquel segundo tanto a los ingleses en el Mundial de México 86′ ha pasado a ser un tesoro del arte futbolero expresado con el cuerpo: habilidad, fuerza, velocidad, gambeta, inteligencia, destreza y la singular viveza que solo se desarrolla los potreros.
Luego del partido, no supo lo que había hecho. En el vestuario disfrutó la perfección sensual de voces y colores. Finalmente se entregó al frenesí espontaneo al que Bilardo quería ponerle límites pues ya estaba pensando el próximo rival, que sería Bélgica en semifinales ya que acababa de eliminar a España en.......
Fuente: infobae.com
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